Una noticia interesante:
Se han hecho estudios en Stanford Center for Cognitive and Neurobiological Imaging para determinar - mediante un aparato fMRI para escanear el cerebro - el efecto que tiene la lectura relajada y la lectura analítica. Los resultados fueron asombrosos.
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"Hay que acostar a los niños leyendo un libro y no mirando televisión"
Si bien la lectura relajada ayuda a desarrollar la
percepción de la persona para comprender el mundo que la rodea, la
lectura analítica aumenta el flujo de sangre hacia el cerebro en
general, pero específicamente hacia la corteza prefrontal. Esta región
se ocupa de una serie de procesos cognitivos que trabajan para ayudar a
la administración de la atención y la realización de actividades
complejas. Estos resultados preliminares darán como resultado una
investigación más profunda sobre cómo la lectura puede moldear y cambiar
la cognición de la gente. Leer con nuestros hijos obras que les dejen
un mensaje de unidad entre la gente, de responsabilidad mutua y de
empatía hacia sus semejantes es indispensable.
El
artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño, de 1989,
establece que los estados que la suscriben "reconocen el derecho del
niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades
recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida
cultural y en las artes". En ese sentido, para el pedagogo y dibujante
italiano Francesco Tonucci, "es jugando como el niño se desarrolla, y
por eso le es reconocido como un derecho".
Y para jugar, no es
necesario gastar un dineral en los juguetes más avanzados a nivel
tecnológico. No. "Los buenos juguetes cuestan muy poco", explica Tonucci
durante la presentación de la conferencia "Más juego, más movimiento:
más infancia" que brindó ayer en el salón Maestro Alfredo Bravo del
Palacio Sarmiento, invitado especialmente por la Biblioteca Nacional de
Maestros (BNM), en una iniciativa compartida entre el Ministerio de
Educación de la Nación y la Fundación Arcor.
"El
barro es el príncipe de los juguetes -continuó Tonucci-. El barro no es
nada y puede ser todo. Y a lo largo de la historia de la humanidad, ha
sido un material que ha servido para hacer infinidades de cosas. Es un
material riquísimo. Y en manos de los niños..." Tonucci no termina la
frase y dibuja con su mano abierta un rulo en el aire. La metáfora tiene
una explicación: "Un buen juguete es lo que se presta a muchos usos,
con distintas condiciones sociales", agrega el pedagogo, que luego
enumera y clasifica como buenos juguetes a la pelota y a la muñeca,
chiches que todo niño y toda niña han tenido alguna vez y que sirven
para muchas cosas.
Pero Tonucci deja para el
final la referencia a otro "buen juguete": el libro. "A mí me gusta
mucho pensar que algún día un padre le dará dinero a su hijo, lo llevará
a una librería y le dirá: 'Elige un libro'." Ese libro, seguramente, se
irá a una casa, de la mano de ese niño, esperando ser leído. Y para
Tonucci ahí nace la relación que generará un nuevo lector: "Creo que lo
más importante es ofrecer a los niños la experiencia de la escucha. No
se puede aprender a leer bien y con gusto sin haber vivido, sin haber
tenido una experiencia de gozar con la escucha de un adulto que lea al
niño. Pero como no todas las familias pueden acceder a ese derecho, es
obligación de la escuela hacerlo para todos los niños, de manera que
todos tengan una experiencia básica fundamental para pasar a la parte
técnica del aprendizaje de la lectura". Para "Frato", como lo apodan al
pensador y dibujante italiano, "un niño debería empezar a leer porque
desea leer; porque vivió la experiencia fascinante de la escucha de la
lectura de libros que un adulto le regaló a lo largo de días y días", y
considera que esto debería ser costumbre en las escuelas, con una franja
horaria establecida para tal fin. "Esta es la única garantía de que en
esos niños pueda surgir el deseo de aprender a leer. Una vez hecho esto,
lo más importante ya estará conseguido, y después el aprendizaje
instrumental de la lectura es una cosa que los niños hoy en día aprenden
solos", agregó.
Además del pedagogo y
dibujante invitado, participaron de la conferencia la socióloga
Cristina Diéguez, y especialistas de la Dirección de Educación Inicial
del Ministerio de Educación de la Nación. La propuesta ha sido declarada
de interés educativo por el Ministerio, y tuvo como eje central el
derecho a jugar, buscando interpelar a los adultos sobre las genuinas
oportunidades que tienen los niños y las niñas en relación con el juego y
el movimiento.
Finalmente, para arrojarse a la
práctica de la lectura con un niño, Tonucci recomienda "leer sin temor,
sin pensar que se está perdiendo el tiempo o que se podría hacer algo
de mayor importancia". Y antes de ir a la cama "acompañar a los niños a
dormir leyendo un libro y no mirando la televisión, lo que constituye
las bases de la lectura". Esto, siempre, con la idea de jugar con el
chico, porque en términos de jugar, para Tonucci "nunca se deja de ser
un niño". «
Abren nuevos cursos para docentes
"Si
te capacitás sos mejor, para los pibes y para la sociedad". Con esa
frase, un docente cierra el video institucional que el ministro de
Educación de la Nación, Alberto Sileoni, elige destacar al presentar los
nuevos postítulos del Programa Nacional de Formación Permanente
"Nuestra Escuela", dirigido a todos los docentes argentinos.
El
objetivo de estos postítulos es contribuir al crecimiento profesional
de los docentes. "Son políticas públicas que buscan mejorar el sistema
educativo", explicó el titular de la cartera educativa nacional.
Con
este lanzamiento, se abrieron 90 mil vacantes para docentes de gestión
pública y privada que hasta el próximo viernes podrán inscribirse en
especializaciones en Políticas Socioeducativas; Educación y Derechos
humanos; Escritura y Literatura en la Escuela Secundaria; Ciencias
Sociales y su enseñanza; Matemática en la Escuela Primaria; Matemática
en la Escuela Secundaria; Alfabetización Inicial; y se suman las ya
existentes Educación Primaria y Tics y Educación y TIC.
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